Lesbianismo y su relación con vidas pasadas


El día que la ciencia en la medicina alópata no esté corrompida por el dinero y vaya de la mano del conocimiento espiritista y asuma la reencarnación (ley de efecto y causa) como algo natural; Ese día daremos un salto evolutivo tan grande que en apenas unos pocos años nos avergonzaremos de nuestra forma actual de tratar los problemas de salud con pastillas químicas, inyecciones o quimioterapia. Hoy en día se trata el efecto de la dolencia sin entender aún que toda enfermedad es causada por un trastorno psiquico-emocional generado en alguna de nuestras vidas anteriores. Los tratamientos médicos actuales serán en poco tiempo estudiados en los libros de historia como prácticas salvajes acordes a su primitivo grado de conocimiento, algo así como nosotros nos sorprendemos al saber que antaño para curar el método mas usado era la sangría y la purga.

El Lesbianismo
Antes que nada dejar claro que ser lesbiana no es ni una enfermedad ni nada de lo que avergonzarse como lo presenta la religión tan alejada de entender porque ocurre esta situación como lo está la psicología. El espíritu (conciencia real) como se supone, es asexuado (no tiene sexo), adoptando una forma femenina o masculina según le convenga (o le impongan) a las experiencias que debe vivir en la nueva reencarnación; Por lo tanto toda fijación obsesiva hacia un sexo u otro, ha de ser corregida por la ley.
El homosexual masculino se caracteriza por su sensualismo, el exceso apego a los placeres mundanos y la vida lujuriosa le viene dado por sus costumbres femeninas viciosas en vidas pasadas de basar su existencia en lo vanal, estando ahora reencarnado en hombre su periespíritu sigue gozando cumpliendo con los mismas deseos que abandono en su última encarnación cuando fue una mujer vanidosa.
El lesbianismo en cambio es causado por el abuso enfermizo masculino del sexo en anteriores existencias.
Las buenas acciones (según ley impuesta) hacen que el periespíritu irradie, mientras que los errores y desvíos se fijan en la zona correspondiente periespíritual creando una perturbación, un desequilibrio que provoca la desunión entre los fotones periespirituales y las células físicas correspondientes, y en ese momento la célula física deja de ser controlada por la parte espiritual correspondiente, iniciándose así en el cuerpo físico una especie de división celular (mitosis) descontrolada (habrá celulas que responden a la ley de género impuesta en la encarnación y otras que responden a la "tendencia" fotónica, lo que provoca la aparición de la inclinación anti ley; De ahí que muchas mujeres tengan una lucha interna tan grande para definir su sexualidad.

La persona que abusa del aparato genital a través de la práctica excesiva del sexo, crea así una perturbación y desequilibrio grande en el aparato genésico-fotónico periespiritual.
Este desequilibrio en el aparato genésico esta acompañado de una fijación mental (cuerpo mental) de un muy alto grado, en cuanto a un excesiva tendencia hacia un sexo u otro, (el hombre que abusa de la práctica sexual experimentara una fijación obsesiva-compulsiva por el cuerpo femenino, si es una mujer la que abusa del sexo, la fijación obsesiva-compulsiva sera por el cuerpo masculino).
Luego de la muerte del cuerpo físico, el cuerpo periespiritual continúa con el desequilibrio en el aparato genésico, y también en el cuerpo mental así mismo, siguen fijas las impresiones obsesivas sobre el cuerpo femenino o masculino del que se gozó y abusó.
En los centros espiritas son bien conocidas las prácticas del sexo a la que están esclavos determinados espíritus vampirizadores, que continúan en el umbral, en estas prácticas ilusorias del sexo, Logran generar tendencias en algunos encarnados, Este es el único modo que tienen de continuar gozando de placeres sexuales sin un cuerpo físico, o sea, a través de otros.

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